La Consulta Popular de Petro: Entre la Esperanza y el Escepticismo

La propuesta de consulta popular impulsada por el presidente Gustavo Petro sobre temas laborales está generando un intenso debate en Colombia. Si bien las preguntas planteadas buscan mejorar las condiciones de los trabajadores, su efectividad para lograr un cambio real está siendo cuestionada por diversos sectores. La consulta, que consta de 12 preguntas, busca obtener el respaldo popular para temas como la jornada laboral máxima de 8 horas, el pago de recargo del 100% por trabajo en días de descanso y la promoción de contratos a término indefinido. Sin embargo, la forma en que están redactadas y el mecanismo utilizado generan dudas sobre si realmente conducirán a una transformación laboral significativa.

¿Un Paraíso Laboral o un Simple Anhelo?

Las preguntas de la consulta, tal como están formuladas, parecen apuntar a un ideal laboral que difícilmente encontraría oposición. ¿Quién podría negarse a mejoras en las condiciones de trabajo, permisos para tratamientos médicos o la inclusión laboral de personas con discapacidad? No obstante, esta visión optimista podría ser solo un espejismo. Según un artículo de Pulzo.com, la consulta popular, “se trata de enunciaciones de carácter aspiracional, es decir, que apuntan a los deseos o anhelos de los colombianos” (Moreno, 2024). La clave está en si estas aspiraciones se traducirán en cambios concretos y vinculantes.

El Debate en el Senado: Un Primer Obstáculo

El primer desafío que enfrenta la consulta popular es su aprobación en el Senado. El senador Carlos Fernando Motoa, de Cambio Radical, ha expresado fuertes críticas, argumentando que las preguntas “incluye obviedades, puntos engañosos y/o que están incluidos en la normativa vigente” (Moreno, 2024). Motoa cuestiona la necesidad de preguntar sobre temas ya regulados y critica la persistencia de la tercerización en el sector público. Por su parte, el senador de la Alianza Verde León Freddy Muñoz confía en que el Senado no se opondrá, advirtiendo que hacerlo podría generar un rechazo popular. El debate en el Senado promete ser intenso y crucial para el futuro de la consulta.

¿Consulta Popular o Plebiscito Aprobatorio? La Discusión Técnica

Más allá del debate político, existe una discusión técnica sobre si la consulta popular es el mecanismo adecuado para lograr los cambios laborales propuestos. Algunos argumentan que el Gobierno debió optar por un plebiscito aprobatorio, un mecanismo que permite someter un proyecto de ley o acto legislativo directamente a votación popular. Rodolfo Correa, presidente de Acopi, sostiene que “la consulta popular no es el mecanismo adecuado, en primera medida porque no va a resultar absolutamente nada bajo el entendido de que cuando se pretenden crear normas el mecanismo constitucional es el referendo, no la consulta popular” (Moreno, 2024). Según Correa, las respuestas a la consulta no permitirán implementar ningún cambio concreto.

La Visión del Presidente Petro y los Obstáculos Legales

A pesar de las críticas, el presidente Petro defiende la validez de la consulta popular, asegurando que “obliga en menos de seis meses a aprobar como leyes las preguntas aprobadas por el pueblo” (Moreno, 2024). Incluso, advierte que, si el Congreso niega la aprobación, él podría aprobarlas por decreto. Sin embargo, la Ley 1757 de 2015 establece requisitos específicos para que la decisión de la consulta popular sea obligatoria. Se requiere la participación de al menos un tercio del censo electoral (aproximadamente 13.6 millones de colombianos) y el voto afirmativo de la mitad más uno de esos sufragios (unos 6.8 millones de ciudadanos). Superar estos obstáculos legales no será tarea fácil.

¿Una Estrategia Electoral en el Horizonte?

En medio de este complejo panorama, algunos analistas sugieren que la consulta popular podría ser una estrategia para movilizar a la base electoral del Gobierno de cara a las elecciones presidenciales de 2026. La oposición, consciente de este riesgo, buscará la desaprobación de la consulta en el Congreso y, en caso de que prospere, apostará por la abstención. Consideran que incluso un voto negativo podría fortalecer las aspiraciones políticas del Gobierno. El futuro de la consulta popular es incierto, pero su impacto en el debate político y social colombiano es innegable.

Referencias