Petro busca democratizar la propiedad de Canal 1 mediante licitación pública

El presidente Gustavo Petro ha anunciado planes para reestructurar la propiedad del Canal 1, un canal de televisión con una larga historia en Colombia. En un movimiento que está generando debate, el mandatario está impulsando una licitación pública con el objetivo de transferir la propiedad a manos de cooperativistas y periodistas colombianos. Esta iniciativa busca, según Petro, evitar la concentración del canal en grandes grupos económicos y asegurar que se convierta en un verdadero reflejo de la sociedad colombiana.

¿Qué está pasando con Canal 1?

El gobierno colombiano está preparando una licitación para seleccionar a los nuevos operadores del Canal 1. El presidente Petro ha sido enfático en que este proceso estará diseñado para favorecer la participación de cooperativas y periodistas, en lugar de grandes corporaciones mediáticas. El objetivo es que el canal se convierta en un espacio para la expresión de diversas voces y perspectivas dentro de la sociedad colombiana.

Según Sebastian Alfonso, periodista de Pulzo, «El Canal 1, que es propiedad del Estado, y el espectro electromagnético, que es propiedad de la Nación. Se abre licitación. No va para extranjeros. La Constitución prohíbe que los canales de televisión de Colombia sean de extranjeros».

La historia de Canal 1

Canal 1 tiene una trayectoria significativa en la televisión colombiana, remontándose a su fundación el 13 de junio de 1954. A lo largo de los años, ha pasado por diferentes manos y modelos de gestión. Hasta 2022, la sociedad propietaria era Plural Comunicaciones, integrada por CM& Televisión, NTC Televisión, RTI Televisión y Hemisphere Media Group. Posteriormente, HMTV1 adquirió el 100% de las acciones de Plural Comunicaciones, convirtiéndose en la nueva propietaria, aunque con una fuerte influencia del grupo español Prisa Media en la provisión de contenidos.

¿Por qué este cambio ahora?

La decisión de someter Canal 1 a una nueva licitación responde a la visión del gobierno de Petro de democratizar el acceso a los medios de comunicación y promover una mayor diversidad en la programación. El presidente ha expresado su deseo de que el canal sirva como una plataforma para voces que tradicionalmente no tienen espacio en los medios convencionales. Esta medida se alinea con su política de fortalecer el sector cooperativo y apoyar el periodismo independiente.

El futuro de la programación

Con la apertura de la licitación, se espera que los nuevos operadores propongan una programación que refleje la diversidad cultural y social de Colombia. Se anticipa que habrá un mayor enfoque en contenidos educativos, culturales y de interés público, así como en la promoción de la participación ciudadana. El gobierno espera que Canal 1 se convierta en un modelo de televisión pública que sirva como referente para otros canales en el país.

Requisitos y consideraciones de la licitación

Los pliegos de la licitación establecerán requisitos específicos para los aspirantes, incluyendo criterios relacionados con la experiencia en la producción de contenidos audiovisuales, la capacidad financiera y el compromiso con la promoción de valores democráticos y la inclusión social. Se espera que se dé prioridad a propuestas que fomenten la producción nacional y la generación de empleo en el sector audiovisual.

Implicaciones económicas y laborales

La licitación de Canal 1 tendrá un impacto significativo en el sector de los medios de comunicación en Colombia. Se espera que genere nuevas oportunidades de empleo para periodistas, productores y técnicos audiovisuales. Además, podría estimular la innovación en la producción de contenidos y la diversificación de la oferta televisiva.

Es importante señalar que, como se mencionó en Pulzo, «Drama para más de 220 empleados de CM& por fin del noticiero: “Tristeza”», haciendo referencia a los posibles cambios laborales que podría acarrear esta reestructuración.

Reacciones y controversias

El anuncio de la licitación ha generado diversas reacciones en el ámbito político y mediático. Algunos sectores han expresado su apoyo a la iniciativa, argumentando que es necesaria para democratizar la propiedad de los medios y promover una mayor pluralidad informativa. Otros, en cambio, han manifestado su preocupación por la posible injerencia del gobierno en la línea editorial del canal y por los riesgos de politización en la asignación de la licitación.

¿Quiénes podrían ser los nuevos dueños?

Aunque aún no se conocen los nombres de los aspirantes a la licitación, se espera que participen diversas cooperativas de periodistas, asociaciones de productores audiovisuales y empresas de medios de comunicación de origen nacional. El gobierno ha manifestado su interés en que la propiedad del canal se distribuya de manera equitativa entre diferentes actores, evitando la concentración en un solo grupo.

Conclusión

La licitación del Canal 1 representa un hito en la política de medios de comunicación en Colombia. La decisión de transferir la propiedad a manos de cooperativistas y periodistas colombianos busca democratizar el acceso a la información y promover una mayor diversidad en la programación. Si bien la iniciativa ha generado controversias y desafíos, también ofrece una oportunidad para transformar el panorama mediático del país y fortalecer el papel de la televisión pública como un servicio para la sociedad.