Gobierno colombiano reconoce omisión de alerta sobre conflicto en el Catatumbo
El comisionado consejero de paz de Colombia, Otty Patiño, admitió que el gobierno no actuó al recibir alertas sobre el creciente conflicto en la región del Catatumbo, que involucra al Ejército de Liberación Nacional (ELN) y a disidencias de las FARC.

Este enfrentamiento, que se intensificó desde el 16 de enero, ya dejó entre 60 y 80 muertos y más de 50.000 desplazados en la región. Durante una sesión técnica sobre el estado de garantías de seguridad a los firmantes del Acuerdo de Paz, organizada por la Corte Constitucional, Patiño expresó su autocrítica:
"Lo que se detectó mediante las alertas fue una exacerbación del conflicto. Admito que no hubo un análisis en profundidad de las causas de estas exacerbaciones entre los grupos que hasta hace poco coexistían pacíficamente en el área", aseguró Patiño.

La crisis humanitaria que vive el Catatumbo fue anunciada previamente por varias autoridades, incluyendo una alerta emitida el 15 de noviembre por la Defensoría del Pueblo. Este aviso alertaba sobre el alto riesgo que corría la población civil debido a la presencia y amenazas de grupos armados ilegales.
Impacto del conflicto en el Catatumbo
La situación en el Catatumbo, en el departamento de Norte de Santander, es alarmante. Según informes de la Defensoría del Pueblo y la Gobernación de Norte de Santander, además de los fallecidos, la cifra de desplazados es catastrófica, evidenciando la gravedad del conflicto.

Por otra parte, se conoció el impacto del conflicto sobre los excombatientes de las FARC, con al menos seis asesinados y otros nueve desaparecidos. Las zonas rurales distantes son las más afectadas, donde a pesar del grave panorama, las autoridades han enfrentado serias dificultades para acceder y brindar el necesario auxilio o llevar a cabo la recogida de los cuerpos.
Críticas al gobierno
El reconocimiento de Otty Patiño resalta una significativa falta de previsión y respuesta por parte del Estado, derivando en una crisis humanitaria que pudiera haberse mitigado. La omisión de las alertas ha generado críticas al gobierno por su falta de acción y su incapacidad para proteger a la población civil.
La situación en el Catatumbo continúa siendo inestable, con enfrentamientos esporádicos y un clima de temor e incertidumbre entre la población. El gobierno colombiano enfrenta la presión de tomar medidas eficaces para controlar el conflicto, brindar asistencia humanitaria a las víctimas y abordar las causas profundas de la violencia en la región.