Masacre en Tibú: surgen nuevos detalles sobre el asesinato de Miguel Ángel López

La masacre de Miguel Ángel López, conocido como 'el embalsamador de la guerra', junto con su esposa y su bebé de seis meses en Tibú, Norte de Santander, continúa conmocionando a la comunidad y revelando nuevos e impactantes detalles.

Orden fallida: el ataque no fue contra la familia

Fuentes cercanas a la investigación indican que las disidencias de las FARC, supuestamente, recibieron información de que Miguel Ángel López "movía diferentes cosas" del ELN en el carro fúnebre que podía transitar libremente por todos los municipios del Catatumbo. Este "permiso especial" era escaso en ese momento.

Los cabecillas de las FARC lo habrían citado en la montaña para que rindiera explicaciones sobre las acusaciones, pero, presuntamente, no cumplió. "Lo citan, le dicen que tiene que subir a dar la cara. Él no lo hace. Después hacen un juicio al interior (del grupo armado). Si no sube, tienen que tomar una decisión más fuerte. Efectivamente, no acude y dan la orden de asesinarlo a él, no a su familia ni a su bebé", afirmó una persona conocedora del crimen a la revista Semana.

Tras la masacre, la fuente recalcó que "esa no fue la orden que se dio. Por más delincuentes que sean, entre ellos hay unos códigos y es no tocar nunca a la familia, mucho menos a un bebé. La situación salió mal en todos los aspectos".

Capturados los presuntos responsables

La Fiscalía imputó los delitos de homicidio agravado, concierto para delinquir agravado y fabricación, porte o tenencia de armas de fuego a Brandon Cárdenas Sanguino y Luis Felipe Taborda Delgado, presuntos responsables de la masacre.

Cárdenas, cabecilla del frente 33 de las disidencias de las FARC, recibió la "orden de ejecutar la acción criminal", mientras que Taborda se involucró en los seguimientos al dueño de la funeraria para definir el lugar y el momento del ataque armado.

Contexto de violencia en Catatumbo

El asesinato de Miguel Ángel López marcó el inicio de los enfrentamientos entre el ELN y las disidencias de las FARC en Catatumbo, que ya dejan más de 500 mil desplazados. El presidente Gustavo Petro ofreció una recompensa de 100 millones de pesos para quien entregara información de los responsables.