China niega rotundamente las negociaciones comerciales con EE. UU.
Las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos están lejos de resolverse, con acusaciones cruzadas y posturas firmes que complican cualquier posible acuerdo. Recientemente, China ha negado categóricamente que existan negociaciones comerciales en curso con Estados Unidos, contradiciendo las afirmaciones del presidente Donald Trump sobre un supuesto diálogo para resolver la guerra comercial. Esta discrepancia ha añadido una nueva capa de incertidumbre a las relaciones económicas entre las dos mayores economías del mundo.
Según Ana Karen Celaya G., Reuters y Agencia Reforma (2025), China ha sido clara en su posición: no hay conversaciones en marcha. El portavoz del Ministerio de Comercio chino, He Yadong, enfatizó en una rueda de prensa semanal que «actualmente no hay negociaciones económicas ni comerciales entre China y Estados Unidos». Además, Yadong calificó cualquier afirmación sobre el progreso de las negociaciones como «sin fundamento y base fáctica» (Celaya G., Reuters & Agencia Reforma, 2025).

La postura oficial de China
El Ministerio de Relaciones Exteriores de China reforzó este desmentido, con el portavoz Guo Jiakun afirmando que «por lo que yo sé, China y Estados Unidos no han mantenido ninguna consulta ni negociación sobre la cuestión de los aranceles, y mucho menos han llegado a ningún acuerdo». Jiakun fue aún más lejos al calificar las informaciones sobre conversaciones en curso como «noticias falsas» (Celaya G., Reuters & Agencia Reforma, 2025).

La respuesta de Donald Trump
A pesar de la firme negativa de China, el presidente Trump insiste en que las negociaciones están en curso. En declaraciones a periodistas, Trump afirmó que «hubo reuniones esta mañana» y que «podemos revelarlo más tarde, pero tuvieron reuniones esta mañana, y nos hemos reunido con China». Sin embargo, Trump evitó especificar quiénes participaron en estas reuniones, lo que ha generado aún más dudas sobre la veracidad de sus afirmaciones (Celaya G., Reuters & Agencia Reforma, 2025).
El trasfondo de la guerra comercial
La tensión comercial entre Estados Unidos y China se ha intensificado desde que Trump anunció un aumento de los aranceles, especialmente dirigido a productos chinos, con un incremento del 145% sobre muchos productos. Estos aumentos están relacionados con prácticas que Washington considera desleales, incluyendo subsidios a empresas estatales y apropiación de propiedad intelectual. China respondió imponiendo aranceles adicionales del 125% a productos estadounidenses (Celaya G., Reuters & Agencia Reforma, 2025).
Trump justifica su ofensiva arancelaria como una respuesta a estas prácticas comerciales desleales, argumentando que su objetivo es reconstruir la industria de Estados Unidos. Sin embargo, estos anuncios han generado preocupación en los mercados financieros y han alimentado temores de una recesión global.
Implicaciones económicas globales
La incertidumbre en torno a la guerra comercial entre Estados Unidos y China está teniendo un impacto significativo en la economía global. Los aranceles impuestos por ambos países están afectando a las cadenas de suministro, aumentando los costos para las empresas y consumidores, y reduciendo el crecimiento económico. Los mercados financieros están reaccionando negativamente a la volatilidad y la falta de claridad sobre el futuro de las relaciones comerciales entre las dos potencias económicas.
Posibles escenarios futuros
Ante la falta de un acuerdo claro y las contradicciones entre las declaraciones de ambos países, es difícil predecir el futuro de la guerra comercial. Algunos analistas sugieren que podría haber una tregua temporal, con ambos países acordando retomar las negociaciones en un intento por evitar mayores daños económicos. Otros creen que la confrontación podría continuar, con nuevas rondas de aranceles y restricciones comerciales.
- Escenario 1: Retorno a las negociaciones
- Escenario 2: Escalada de la guerra comercial
- Escenario 3: Acuerdo limitado con concesiones mutuas
En cualquier caso, la resolución de la guerra comercial entre Estados Unidos y China será crucial para la estabilidad económica global. Un acuerdo que aborde las preocupaciones de ambos países sobre prácticas comerciales desleales y propiedad intelectual podría sentar las bases para una relación económica más sólida y sostenible en el futuro.
Según El Imparcial (2025), la situación sigue siendo delicada y requiere un enfoque diplomático y una voluntad de compromiso por parte de ambas naciones para evitar consecuencias aún más graves.