Actividad económica mexicana en febrero: Un respiro antes de la tormenta
La economía mexicana está mostrando señales mixtas. Según un reciente informe de Banamex, la actividad económica experimentó un incremento notable en febrero de 2025, pero este optimismo podría ser efímero. A pesar del crecimiento del 1% mensual y del 0.5% anual, las perspectivas a corto plazo sugieren un debilitamiento en los próximos meses. Este panorama plantea interrogantes sobre la sostenibilidad del crecimiento y los desafíos que enfrenta la economía nacional.

El IGAE como termómetro económico
El Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), una herramienta clave del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), revela que en febrero hubo un dinamismo generalizado en los tres grandes grupos de actividad económica. Las actividades relacionadas con la minería, las manufacturas, la construcción y la electricidad lideraron el crecimiento con un aumento del 2.5%. La agricultura, la cría y la explotación de animales, el aprovechamiento forestal, la pesca y la caza también mostraron un incremento del 1%. Finalmente, las actividades de comercio y servicios registraron un aumento mensual del 0.6% (Murillo, 2024).
Un análisis sectorial del crecimiento
El Inegi destaca que el aumento del 0.5% en la actividad económica en comparación con el mismo mes del año anterior se debe principalmente al impulso del comercio y los servicios, que experimentaron un aumento del 1%. Las actividades secundarias, como la minería, las manufacturas, la construcción y la electricidad, también contribuyeron con un aumento del 0.4%. Sin embargo, no todos los sectores mostraron un crecimiento positivo. Las actividades primarias, como la agricultura, la cría y la explotación de animales, el aprovechamiento forestal, la pesca y la caza, sufrieron una disminución del 4.3% (Murillo, 2024).

Banamex advierte sobre un futuro económico incierto
A pesar de los datos positivos de febrero, Banamex advierte sobre un debilitamiento de la actividad económica en los próximos meses. La firma financiera anticipa un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para todo 2025 del 0.0%, con riesgos significativos tanto al alza como a la baja. Esta proyección se basa en la anticipación de una tendencia gradual a la baja en la producción industrial, aunque las manufacturas podrían experimentar un crecimiento a corto plazo si las empresas adelantan la producción para evitar los aranceles de Estados Unidos (Murillo, 2024).
Factores que influyen en la desaceleración
- Política arancelaria de Estados Unidos: La evolución de la política arancelaria de Estados Unidos y sus efectos en la economía mexicana representan un riesgo importante.
- Debilitamiento de la inversión y el consumo: Se proyecta una pérdida de dinamismo en la inversión y el consumo, lo que afectará negativamente el crecimiento económico.
- Reducción de la inversión pública: El debilitamiento en la construcción, como consecuencia de la reducción presupuestada para la inversión pública, también contribuirá a la desaceleración.
- Incertidumbre y tasas de interés elevadas: La menor inversión privada, debido al entorno de elevada incertidumbre por factores internos y externos, y las elevadas tasas de interés, también pesarán sobre la economía.
El papel del IGAE en el análisis económico
El IGAE es una herramienta valiosa para analizar la evolución económica y su posible trayectoria. Su objetivo es ofrecer información sobre la situación productiva del país y, con ello, anticipar el posible comportamiento del PIB. Aunque solo incorpora información preliminar y no incluye la totalidad de las actividades que integran el PIB, el IGAE es considerado una medición mensual aproximada del crecimiento económico y funciona como una señal de tendencia o dirección de la economía mexicana en el corto plazo (Murillo, 2024).
Implicaciones y perspectivas futuras
La combinación de un crecimiento en febrero y una perspectiva de debilitamiento en los próximos meses plantea desafíos para la economía mexicana. Es crucial que las autoridades tomen medidas para mitigar los riesgos y fomentar un crecimiento sostenible. La diversificación de las exportaciones, el fomento de la inversión privada y la mejora del clima de negocios son algunas de las estrategias que podrían ayudar a impulsar la economía. Además, es fundamental monitorear de cerca la evolución de la política arancelaria de Estados Unidos y sus efectos en la economía mexicana.
En resumen, la economía mexicana se encuentra en una encrucijada. Si bien los datos de febrero son alentadores, los desafíos que se avecinan exigen una respuesta proactiva y una visión estratégica para asegurar un crecimiento económico sostenido a largo plazo. Según Grupo Milenio (2024), la clave reside en adaptarse a las nuevas realidades económicas y aprovechar las oportunidades que se presenten, mitigando al mismo tiempo los riesgos que puedan surgir.