Los invisibles: inmigrantes indocumentados trabajan en empresas mexicanas
En las sombras de la Ciudad de México, miles de inmigrantes indocumentados trabajan en empresas mexicanas, atrapados en un limbo laboral donde la explotación y la precariedad son moneda corriente.

Los apalabrados
Conocidos como "apalabrados", estos trabajadores no tienen contratos, prestaciones sociales ni seguridad laboral. Su sustento depende de los acuerdos verbales que hacen con sus empleadores, quienes a menudo se aprovechan de su situación vulnerable.

En los albergues de la capital mexicana, donde muchos inmigrantes buscan refugio mientras esperan cruzar la frontera hacia Estados Unidos, el reclutamiento de mano de obra está a la orden del día. Empresas de outsourcing e incluso partidos políticos acuden a estos lugares en busca de trabajadores dispuestos a aceptar bajos salarios y condiciones laborales precarias.
Víctimas de la desesperación
La desesperación empuja a los inmigrantes a aceptar estos trabajos. Buscan заработать lo suficiente para enviar dinero a sus familias en sus países de origen, pagar la renta y el transporte, o ahorrar para continuar su viaje hacia el norte.

Muchos de ellos han huido de la violencia, la pobreza o la persecución política en sus países de origen. El sueño americano, que alguna vez pareció alcanzable, ahora se ve cada vez más lejano.
- Franklin, un venezolano de 23 años, escapó de las amenazas y la intimidación del gobierno de Nicolás Maduro.
- Jackson, también venezolano, dejó su puesto de trabajo en una empresa constructora porque no podía mantener a su familia con el bajo salario.
- José, un salvadoreño, se unió a una caravana de migrantes para escapar de la violencia de las pandillas en su país.
El papel del Estado mexicano
El gobierno mexicano tiene la responsabilidad de proteger los derechos de todos los trabajadores, incluidos los inmigrantes indocumentados. Sin embargo, la informalidad y la falta de aplicación de las leyes laborales permiten que los empleadores exploten a estos trabajadores con impunidad.
Expertos y organizaciones de la sociedad civil piden al Estado que tome medidas para abordar este problema. Sugieren mejorar la inspección laboral, sancionar a los empleadores que violan las leyes y crear programas que ayuden a los inmigrantes a regularizar su situación y acceder a empleos formales.
"El Estado mexicano debe tomar el toro por los cuernos y buscar soluciones para aquellos migrantes vulnerables", dijo Aarón Díaz, investigador de la UNAM.
Mientras tanto, los inmigrantes indocumentados continúan trabajando en las sombras, luchando por sobrevivir en un país que no los reconoce plenamente.