Reducción de la jornada laboral a 40 horas en México: ¿Quiénes no disfrutarán de los dos días de descanso?

La discusión sobre la reducción de la jornada laboral en México de 48 a 40 horas semanales está generando un intenso debate, especialmente en lo que respecta a los beneficios que realmente alcanzarán a todos los trabajadores. Si bien la propuesta promete dos días de descanso obligatorios, diversas excepciones y flexibilidades contempladas en la reforma a la Ley Federal del Trabajo (LFT) podrían limitar su alcance. Según Enya M. Contreras (2025) de El Imparcial, no todos los empleados se verán favorecidos por este cambio.

¿Quiénes no se beneficiarán?

Una de las principales excepciones radica en aquellos empleados que ya trabajan cinco días o menos a la semana, con jornadas de ocho horas diarias o menos. Dado que ya cumplen con el máximo de horas establecido en la nueva ley, no experimentarán cambios significativos en sus días de descanso. En otras palabras, aquellos que ya disfrutan de una jornada de 40 horas o menos no verán alteraciones en su régimen laboral actual.

Además, la iniciativa permite acuerdos flexibles entre empleadores y trabajadores para distribuir las 40 horas semanales de diversas maneras. Estas modalidades incluyen:

  • Jornadas de cuatro días con 10 horas diarias.
  • Jornadas de cinco días con 8 horas diarias.
  • Jornadas de seis días con menos de 7 horas diarias.

En este último caso, los trabajadores podrían seguir teniendo solo un día de descanso a la semana, a menos que negocien una reducción adicional con su empleador. Esta flexibilidad, si bien permite a las empresas ajustar la jornada laboral a sus necesidades operativas, también podría limitar el beneficio de los dos días de descanso para ciertos empleados.

La propuesta del Partido del Trabajo (PT)

El Partido del Trabajo (PT) ha presentado una iniciativa paralela que establece un máximo de siete horas diarias (42 horas semanales) sin modificar la Constitución. Esta propuesta, aunque reduce ligeramente la carga laboral, mantiene los seis días de trabajo para muchos empleados, ofreciendo solo un día de descanso. Si bien representa un avance, no cumple con la promesa de dos días de descanso obligatorios, como señala El Imparcial (2025).

Jornadas especiales y plazos de implementación

Las jornadas especiales, como las nocturnas y mixtas, ya tienen límites diferentes (siete horas para las nocturnas y 7.5 para las mixtas). Estos trabajadores podrían no verse beneficiados por la reducción si sus horarios ya están por debajo del nuevo estándar. Por ejemplo, un trabajador nocturno que ya labora siete horas diarias no experimentaría cambios en su jornada, y por lo tanto, no tendría dos días de descanso adicionales.

Además, algunas propuestas contemplan plazos diferenciados para la implementación de la reforma. Hasta que se complete esta adaptación, muchos trabajadores en empresas más pequeñas no tendrían acceso inmediato a los dos días de descanso. Esto podría retrasar los beneficios para ciertos sectores laborales.

Implicaciones y desafíos

La reforma propuesta busca un mayor equilibrio entre la vida laboral y personal, pero su diseño contempla excepciones y flexibilidades que hacen que algunos sectores mantengan esquemas tradicionales. El impacto final dependerá de cómo se negocien los detalles legislativos y los convenios laborales. Como señala El Imparcial (2025), aunque la reducción de la jornada laboral a 40 horas es un paso positivo, no todas las personas se beneficiarán de manera directa con dos días de descanso adicionales.

José Luis Sánchez González, diputado del PT, ha destacado que la reforma busca poner a México a tono con la evolución de la realidad nacional y los avances científicos y tecnológicos que han beneficiado al empresariado, pero no necesariamente a los trabajadores.

En conclusión, la implementación de la jornada laboral de 40 horas en México está generando expectativas y debates. Si bien representa un avance significativo, es crucial considerar las excepciones y flexibilidades que podrían limitar su alcance y garantizar que todos los trabajadores se beneficien de manera equitativa.