El sistema eléctrico español opera con cautela tras el apagón: un análisis de la situación actual

Quince días después del apagón que sumió a España en la incertidumbre, el sistema eléctrico nacional está operando con una cautela palpable. Según Ignacio Fariza, periodista de El País, la prioridad ahora es la estabilidad y la prevención de futuros incidentes. La estrategia implementada por Red Eléctrica de España (REE) se centra en un mayor uso del gas natural, una medida que, aunque efectiva, tiene implicaciones económicas para los consumidores.

El aumento en el uso de gas natural

Desde el incidente del 28 de abril, los ciclos combinados de gas natural han pasado a ser una fuente crucial de energía, superando las expectativas para esta época del año. «Se están incluyendo ciclos adicionales para reducir el impacto que cambios bruscos de producción podrían tener sobre las tensiones», confirma un portavoz de REE a El País. Este incremento se refleja en las estadísticas: de un promedio de menos de 70 GWh en las semanas previas al apagón, se ha pasado a casi 110 GWh en la semana del corte, y alrededor de 80 GWh en la semana posterior.

En términos relativos, la cuota de los ciclos combinados se ha duplicado, pasando de poco más del 10% a rozar el 20% durante la semana del apagón. El 29 de abril, un día después del incidente, las centrales de gas inyectaron 193 GWh a la red, una cifra más común en invierno. Óscar Barrero, socio responsable de Energía de PwC, explica que «Red Eléctrica metió, de inmediato, alrededor de tres gigavatios más de generación con ciclos combinados para aumentar la generación síncrona del sistema».

Este aumento en el uso del gas natural se traduce en un incremento del 78% en la demanda de gas para generación eléctrica en lo que va de mayo, según datos de Enagás, el operador del sistema gasista.

Medidas de seguridad reforzadas

Fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico han admitido que el sistema eléctrico está operando bajo condiciones de «seguridad reforzada». Esto implica una mayor diversificación, más ubicaciones territoriales de las centrales y un mayor uso de los ciclos combinados. Joan Groizard, secretario de Estado de Energía, declaró en la Cadena Ser que el sistema opera con «más atención, más ojos vigilando y más herramientas».

Según Barrero, «Red Eléctrica puso los airbags justo después del apagón, y en parte, los ha mantenido. Y creo que se va a quedar así durante meses, con un objetivo claro: minimizar el riesgo de un nuevo apagón». La estrategia actual implica limitar las energías renovables y aumentar la generación síncrona, especialmente a través de los ciclos combinados.

Implicaciones económicas y el papel de las renovables

El aumento en el uso de gas natural tiene un coste. Groizard reconoció que esto podría suponer un «sobrecoste» para los consumidores, ya que las centrales de gas son más caras que las renovables, especialmente la fotovoltaica. Este sobrecoste se traslada a la factura de los consumidores con tarifa regulada (PVPC), que son alrededor de ocho millones de hogares.

Aunque el sistema está priorizando la estabilidad, también se están observando indicios de un aumento en los vertidos de energía solar. Los datos internos de algunas eléctricas y la curva de generación fotovoltaica muestran patrones «no habituales». Francisco Valverde, analista independiente, señala que «hay indicadores de que sí puede estar habiendo bastante vertido», aunque gran parte de este vertido es económico, derivado de los bajos precios mayoristas.

Según datos de Red Eléctrica, la generación fotovoltaica promedió 130 GWh diarios la semana pasada, mientras que la semana del apagón no llegó a 110 GWh. Antes del corte, la media era de unos 180 GWh. Esta brecha, según los expertos, no se explica solo por la reducción de exportaciones a Portugal, la meteorología o la menor demanda.

El futuro del sistema eléctrico

El sistema eléctrico español se encuentra en un momento de transición. Tras el shock del apagón, la prioridad es garantizar la seguridad del suministro. Sin embargo, a largo plazo, es fundamental encontrar un equilibrio entre la estabilidad del sistema y la promoción de las energías renovables. La clave está en una gestión inteligente de la red y en la adopción de tecnologías que permitan integrar de manera eficiente las energías renovables, sin comprometer la seguridad del suministro.

Ediciones EL PAÍS S.L., a través de sus periodistas y analistas, continúa monitoreando la situación y ofreciendo información actualizada sobre la evolución del sistema eléctrico español.