José Luis Ábalos y Víctor de Aldama libran una batalla legal en el Supremo
El exministro de Transportes, José Luis Ábalos, y el empresario Víctor de Aldama se han enfrentado este jueves en el Tribunal Supremo en una declaración que ha puesto de manifiesto las profundas discrepancias entre sus versiones de los hechos.
Ábalos niega las acusaciones
Ábalos ha negado rotundamente las acusaciones vertidas contra él por De Aldama, que le acusa de haber recibido pagos en efectivo y otras contraprestaciones a cambio de favorecer a empresas en la adjudicación de contratos públicos.
El exdirigente socialista ha asegurado que nunca ha cobrado comisiones ni ha concedido adjudicaciones a cambio de mordidas, y ha rechazado también las acusaciones sobre el pago de gastos personales, como un chalet en Cádiz o un piso en la Plaza de España de Madrid.
De Aldama mantiene sus acusaciones
Por su parte, De Aldama ha mantenido sus acusaciones y ha aportado documentación que, según él, demuestra los pagos realizados a Ábalos y a su asesor, Koldo García.
El empresario ha asegurado que, además de los pagos por contratos millonarios para la adquisición de mascarillas durante la pandemia, las empresas se comprometían a pagar comisiones por otras obras que habían sido "preadjudicadas" irregularmente gracias a la intermediación de Ábalos.
El juez rechaza aplazar la declaración de Ábalos
Ábalos había solicitado aplazar su declaración alegando que no había podido acceder a todo el sumario, pero el juez ha rechazado su petición y ha previsto interrogar a De Aldama el próximo lunes y a García el martes.
Guerra entre acusaciones populares
Además de la batalla entre Ábalos y De Aldama, también se ha desatado una guerra entre las acusaciones populares personadas en el caso.
El juez ha otorgado al PP la dirección letrada de todas las acusaciones, lo que ha generado malestar entre las demás acusaciones y en el PSOE, que ve en esta decisión un intento del PP de "jugar con las cartas marcadas".
El PSOE ha preferido hasta ahora no personarse como acusación en la parte de la investigación que se dirige contra Ábalos, pero sí lo ha hecho en la parte que queda en la Audiencia Nacional.
Conclusión
La declaración de Ábalos y la documentación aportada por De Aldama han puesto de manifiesto las profundas discrepancias entre sus versiones de los hechos.
El juez deberá ahora valorar las pruebas y decidir si imputa o no a Ábalos por los delitos que se le imputan. Mientras tanto, la guerra entre las acusaciones populares continúa, lo que añade un nuevo elemento de incertidumbre al caso.