El barrio de las 3.000 viviendas: el "trastero" de Sevilla que cada año está peor
Situado en la capital andaluza, el barrio de las 3.000 viviendas se ha convertido en una zona marginal de la ciudad debido al aumento de las plantaciones ilegales de marihuana, la impunidad y la disminución de la conciencia vecinal.
El deterioro del barrio
En los últimos años, el barrio ha experimentado un notable deterioro, según afirman los propios vecinos y los trabajadores sociales que trabajan en la zona. El aumento de las plantaciones de marihuana en los pisos ha provocado cortes de luz por sobrecarga, falta de agua caliente y un ambiente poco saludable para los residentes.
Los vecinos denuncian que la impunidad reina en el barrio, donde se celebran carreras ilegales y peligrosas, se pone música a todo volumen y se arrojan residuos directamente a la calle. Además, la sensación de inseguridad ha aumentado, especialmente en ciertas zonas del barrio.
Causas del deterioro
El comisionado para el Polígono Sur, Jaime Bretón, señala como principal causa del deterioro del barrio el aumento de las plantaciones de marihuana, que generan ingresos de hasta 4.000 euros mensuales a quienes las alquilan. Bretón propone endurecer el código penal para castigar más severamente este tipo de delitos.
Por otro lado, la falta de conciencia vecinal y la merma de los servicios públicos también han contribuido al deterioro del barrio. El sentimiento de pertenencia a la comunidad ha disminuido, y cada vez son más las familias que abandonan la zona en busca de un entorno más seguro y saludable.
Medidas para mejorar la situación
Para mejorar la situación del barrio, Bretón propone medidas drásticas, como derribar algunos bloques de pisos llenos de plantaciones de marihuana y crear parques en su lugar. También aboga por una mayor presencia policial y un aumento de los servicios sociales para atender a las necesidades de los vecinos.
La educación es vista como una clave para el futuro del barrio. El colegio público Andalucía, situado en el corazón del barrio, desarrolla iniciativas para fomentar la lectura y reducir el absentismo escolar. La directora del colegio, Ángela Molina, considera que la pandemia ha marcado un antes y un después, y que es necesario un seguimiento más estrecho de las familias y una mayor atención a los alumnos.
A pesar de los desafíos, el barrio de las 3.000 viviendas también cuenta con aspectos positivos. Los vecinos se sienten más seguros que hace años, gracias a la presencia policial, y el profesorado del barrio es reconocido por su dedicación y profesionalidad.
El caso del barrio de las 3.000 viviendas es un ejemplo de cómo la marginalidad y la falta de oportunidades pueden generar un círculo vicioso de deterioro y exclusión social. Para revertir esta situación, es necesario abordar los problemas de raíz, proporcionando servicios públicos adecuados, mejorando la seguridad y fomentando la educación y la cohesión social.