Las Fuerzas Armadas planean desescalar su operación por la DANA en Valencia

Las Fuerzas Armadas españolas planean reducir gradualmente su operación en Valencia, donde han estado ayudando con las labores de recuperación tras las inundaciones causadas por la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que azotó la región el pasado 29 de octubre.

El repliegue de los militares será gradual y selectivo, centrándose en aquellas localidades donde su presencia siga siendo necesaria. Se centrarán en tareas que no puedan realizar otras entidades públicas o privadas, como la búsqueda de las tres personas que continúan desaparecidas o la extracción de vehículos siniestrados.

Desde que se produjo la riada, más de 25.000 militares han participado en la operación, denominada inicialmente "Operación Utiel Requena" y posteriormente renombrada como "Operación Valencia". En el momento álgido de la misma, llegaron a estar desplegados 8.500 militares simultáneamente, que se han reducido en la actualidad a unos 8.000.

La desescalada del dispositivo militar coincide con la decisión del Gobierno valenciano de rebajar el nivel de la emergencia. El presidente Carlos Mazón anunció que solo 28 municipios de la provincia de Valencia se mantendrán en el nivel 2, mientras que 75 bajarán al nivel 1 y los 163 restantes dejarán de estar en situación de emergencia.

Aunque la rebaja del nivel de emergencia no implica la retirada automática de las tropas, sí refleja la mejoría de la situación.

Según muchos expertos, la situación de la mayoría de los municipios afectados por la DANA ya no se ajusta a la definición de emergencia, sino que afrontan un largo y complicado proceso de recuperación de la normalidad y reconstrucción.

Las Fuerzas Armadas han reiterado que no abandonarán a su suerte a los ciudadanos de Valencia y que seguirán apoyando en las labores de recuperación el tiempo que sea necesario.

Sin embargo, las asociaciones profesionales de militares han pedido una revisión de la tarea que están desarrollando las Fuerzas Armadas en Valencia y advierten del riesgo de que los soldados sean empleados como mano de obra barata para labores que deberían acometer empresas públicas o privadas.

Desde el 29 de octubre, los militares han realizado más de 10.000 misiones en Valencia, trabajando día y noche en turnos de hasta 12 horas, con relevos cada 15 días. Varios de ellos han resultado heridos o intoxicados en una operación cuyo coste se cifra en cientos de millones de euros.