El Senado mexicano recibió una iniciativa presidencial que propone prohibir la reelección consecutiva de gobernantes, diputados y senadores, así como el nepotismo electoral.

Prohibición de la reelección
La iniciativa, de aprobarse, entraría en vigor en 2030 y tiene como objetivo evitar que una persona se mantenga consecutivamente en el ejercicio de su cargo, lo que perjudica el pluralismo político y la alternancia en el poder.
También busca evitar la concentración de poder y la realización de actos de corrupción, al quitar la posibilidad de que una persona pueda ocupar un cargo público por tiempo prolongado.

Prohibición del nepotismo
En cuanto al nepotismo electoral, la iniciativa pretende evitar que el acceso a cargos de elección popular sea por una cuestión de parentesco o un vínculo familiar hasta en cuarto grado.
Se modifica el artículo 55 de la Constitución para establecer que no podrán ser diputados quienes tengan o hayan tenido en los últimos tres años un vínculo de matrimonio, concubinato o relación de pareja, o de parentesco por consanguinidad o civil en línea recta sin limitación de grado, y en línea colateral hasta el cuarto grado o de afinidad hasta el segundo grado, con la persona que está ejerciendo la titularidad de la diputación.

Beneficios de la iniciativa
La iniciativa busca:
- Permitir la renovación y el dinamismo en la sociedad, mediante ideas nuevas y enfoques frescos.
- Permitir el surgimiento y formación de nuevos líderes.
- Evitar prácticas de nepotismo y contribuir a la lucha contra la corrupción.
Antecedentes
La iniciativa surge tras la reforma constitucional de 2014, que permitió la reelección consecutiva.
La iniciativa señala que, en la práctica, esta reforma no alcanzó su propósito de fomentar la cercanía de los servidores públicos con las demandas sociales.
Por el contrario, señala que la reelección consecutiva distorsionó el principio de representación política y permitió que ciertas élites se perpetúen en el poder.
En un país multicultural y diverso como México, la iniciativa subraya la necesidad de garantizar una representación continua y permanente de todos los sectores de la sociedad.
Esto, señala, demanda la renovación periódica de los cargos de elección popular para que distintas voces, perspectivas e ideologías tengan la oportunidad de participar en la vida pública.